Conga y las elecciones

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Escrito por Luis Alfredo Villalba Ruiz

07 octubre 2016 – visitas 1979
Un país minero por excelencia, debe ser capaz de gestionar sus recursos de manera que ayude a salir de la situación de precariedad económica de quienes por historia tuvieron la prerrogativa de usufructo del territorio comunal.

Es allí donde se encuentran los apreciados recursos para la explotación minera y también allí donde se encuentran las principales fuentes de agua, de utilidad para la minería. Sin agua no hay minería posible.
La comunidad como opción de organización territorial fue desaparecida por obra y gracia del Sr Ing. Alberto Fujimori Fujimori. Sin consulta alguna, sin aprobación alguna; bastó satanizar la organización campesina como cuna de subversión y contar con las normas respectivas para que quienes fungían de dirigentes cambiaran de color, de gusto y se mimetizaran. Sin azuzar como hoy, en Cajamarca por ejemplo, a las poblaciones que sienten no son parte de la nación porque siempre fueron tratados como hijos ajenos.
Muchos intérpretes, ya no de como la propiedad de los medios de producción, permite pingues beneficios para quienes tienen el poder económico; sino de cómo ahora la explotación de los recursos naturales, permita tales pingues ganancias, han tomado la bandera del desarrollo sostenible para buscar equilibrar el poder omnímodo de los grandes capitales del mundo.
Que por encima de todo interés, es menester garantizar un desarrollo sostenible y sustentable o viceversa, no está en discusión. Que los unos por angurria y los otros por oportunistas manipulan, la precaria institucionalidad del estado o para lograr ganancias ventajosas o poder social, es una burda deformación posibilitada porque no hay quien se ponga por encima y con autoridad establezca condiciones para una toma de decisiones concertada.
La mayor dificultad, deriva del manejo de información genérica, no específica, al amparo de la connotación a priori negativa de la explotación minera y de materias primas, tanto como del blindaje de la información vía la confrontación de información científica con percepciones, dos lenguajes abismalmente distanciados, al amparo de la normativa.
Una segunda, lo nebuloso del planeamiento en el país, donde se deja entrever que la labor de hacienda es argumento y garantía suficiente, de decisión por el futuro, prioridad uno es la eficiencia del gasto y no está  mal, pero ya clama un par que le ayude a desarrollar un pimpón virtuoso. Las contradicciones metodológicas al interior del SNIP, han devenido en obstáculo, adrede deja la confusión del empleo de la metodología del Marco Lógico orientada a resultados y la del planeamiento estratégico orientada a una visión (imagen objetivo);  explicita indicadores de eficiencia, eficacia y efectividad cuando en el planeamiento se privilegia eficiencia; el SOSEM está limitado a construir banco de información y descuida alineamiento estratégico del Plan de Desarrollo Concertado, archivado como mero cumplimiento
Las vanguardias, los especialistas, los comunicadores, etc. Opinan, deciden, comentan, especulan, se preguntan y responden, ¿de porque las personas de a pie en el país se hacen el harakiri? Y de porque no entienden que lo que se hace es para beneficio de ellos. Que fácil hacer análisis con un solo punto de vista la de los especialistas. El gobierno del país necesita de las mejores capacidades técnicas pero por encima de todo de idóneas capacidades políticas, son ellas quienes están obligadas a desbrozar el camino para la Toma de Decisiones, que ha devenido en precaria.
No justifica seguir rasgándose las vestiduras por triunfos electorales, que son consecuencia de las incapacidades del estado, el gobierno, las organizaciones políticas y la sociedad civil para reivindicar a los hijos extra matrimoniales del estado peruano.

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