Presentación Luis Alfredo Villalba Ruiz
01 junio 2014 – visitas 2071
Es una obra dedicada a reivindicar el rol del hombre civilizado, capaz de tomar para sí, la responsabilidad de poner en evidencia las debilidades humanas, entre el usufructo del poder y la telaraña del poder vigente para defender el statu quo.
Confronta de manera muy gráfica las contradicciones de la sociedad occidental, sofisticada en sus formas de aparecer estructurada, digna del hombre, con la autoridad para erigirse en juez encarnada por Roger Casement y las sociedades ocultas que la sostienen, con las libertades en nombre de la civilización para ejercer el poder sobre civilizaciones rezagadas, consideradas de salvajes, por la propia estructuración y forma de organizarse.
La pasión de la sociedad altruista toma forma en Roger Casement, lo afirma y vanagloria hasta cuando se desborda, al descubrir que en la propia casa, mirándose al espejo, salvando distancias, las aspiraciones de libertad para ejercer poder, están sujetas al status quo y la osadía de confrontarla se paga hasta con la vida. Previamente para justificar “la justicia” debió pacientemente construir la conveniente telaraña, capaz de hacerlo parecer una mala hechura de la sociedad. Una mala hechura que disculpa, la institucionalidad y la telaraña del poder.
Cristian Velasco sobre la novela, en generación.com, sostiene:
La novela sigue las aventuras y desventuras de Roger Casement a lo largo de varios años en el Congo, la Amazonía peruana e Irlanda, en su lucha por denunciar los abusos y maltratos inhumanos que sufren estos tres pueblos que viven en estado de esclavitud por personas que los subyugan para su propio beneficio económico.
En resumen, El sueño del celta narra la lucha de Casement contra el poder, contra varios tipos de poder, como ha sido la constante en todos los personajes de las novelas de Vargas Llosa. El individuo enfrentado al poder. Lamentablemente, como en este caso, no siempre gana. Pero, al enfrentarlo, se convierte en el héroe que se atreve a mirar de frente a la autoridad y desafiarla.
Sin embargo, Principio del formulario Casement no es una invención de Vargas Llosa. Es un personaje real. Nació el 1 de setiembre de 1864 en Dublín, Irlanda, y murió ahorcado en la cárcel de Pentonville, en Londres, Inglaterra, el 3 de agosto de 1916.
Casement fue un cónsul del imperio británico que denunció los abusos del sistema colonial del Congo belga, donde se practicaban la tortura, las mutilaciones, todo tipo de castigos corporales y asesinatos contra los naturales de la región.
Realizó su primer viaje al África en 1883, a los 19 años, específicamente al Congo, donde conoció al explorador Henry Stanley y al célebre escritor Joseph Conrad, autor, entre otras novelas, de El corazón de las tinieblas, donde se relata el salvajismo con que los europeos trataban a los nativos africanos en las colonias.
En 1910, el imperio británico envía a Casement (recientemente nombrado cónsul) al Perú para investigar las denuncias contra la compañía cauchera peruana británica Peruvian Rubber Company. Es así que Casement viaja a la región del Putumayo con un informe donde se pormenorizaban las crueldades que se cometían contra los indígenas de la selva peruana.
Años después, Casement se traslada a Irlanda, donde, con un grupo de revolucionarios irlandeses, intenta conseguir la ayuda alemana para la liberación de Irlanda del dominio inglés, en plena Primera Guerra Mundial. La sublevación no tiene éxito y los rebeldes son ejecutados o encarcelados. Casement es recluido en una cárcel inglesa bajo los cargos de traición y, luego, homosexualidad.
¿Qué había sucedido? Al registrar su domicilio, las autoridades del Reino Unido hallaron su diario personal donde se detallaban las prácticas homosexuales que Casement habría llevado a cabo en el África. En aquellos años la homosexualidad era considerada un delito grave.
Sin embargo, hasta el día de hoy no ha quedado dilucidado si estos diarios son verdaderos o fueron ‘sembrados’ por los servicios de inteligencia británicos para que constituyeran una prueba en su contra. En cualquier caso, Casement murió ejecutado en la prisión, en 1916.
LA NOVELA
En la novela, Vargas Llosa narra con mano diestra las aventuras y desventuras que debió vivir Casement en el Congo, la selva peruana e Irlanda.
En el Perú, por ejemplo, descubre que los nativos son obligados a trabajar en las caucherías en condiciones infrahumanas, sin pago alguno, con marcas en las nalgas hechas con hierro candente como si fuesen ganado, y además ve que son torturados de las maneras más crueles y asesinados (decapitados, quemados vivos, mutilados) ante el menor intento de protesta o cuando están enfermos o viejos y ya no sirven para el trabajo.
Un administrador le confiesa a Casement que hacen todo eso para escarmentar a los indios, pero también por diversión o cuando no llevaban a sus dueños los 30 kilos de caucho cada 15 días.
Casement descubre que en el Perú los castigos y los asesinatos son más espeluznantes que en el Congo, pero también hay algo que le llama poderosamente la atención. En el África, quienes asesinan, torturan y matan a los nativos son extranjeros, pero en el Perú “son los mestizos y blancos” de la misma nacionalidad.
La novela se divide en capítulos pares e impares. Los impares relatan los tres meses anteriores a la ejecución de Casement por su participación en la insurrección irlandesa independentista de 1916. Los capítulos pares narran las correrías y descubrimientos de Casement en el Congo, la Amazonía peruana y su lucha para alcanzar la emancipación de Irlanda del imperio británico.
Esta valiosa novela del Premio Nobel significa la reivindicación de un hombre como Casement, valiente y audaz a pesar de la mala salud física y mental que ya padecía los últimos años de su vida antes de caer en prisión acusado de traidor de la corona inglesa e incluso de homosexual y pederasta. Valiente y audaz y, además, defensor de la libertad en todas sus formas