12 Abril 2015 – Visitas 2109
Con menos soberbia académica y abriendo los ajos alrededor, haríamos de la sabiduría ancestral ingrediente importante del conocimiento del territorio y la bondad de los recursos que tenemos a disposición.
El ,peyorativo calificativo de bolsones de pobreza que se hace desde las comodidades de la ciudad, como reflejo del centralismo del modelo de desarrollo, es incapaz de siquiera descubrir la riqueza del conocimiento de antaño. Una pena la visión ambientalista de hoy que hace del hombre un intruso, en lugar, como siemopre fue, de conformante de la naturaleza del orbe. Problema no es el hombre, es la soberbia académica que hemos construído, alimentada en circunstancias especiales por formas de pensar, que presumen de infalibles. En tierra de ciegos, el tuerto es rey, reza el refran.