Escrito por Luis Alfredo Villalba Ruiz
07 septiembre 2013
Voces de un contexto diferente son cada vez mayores; la recuperación de la economía norteamericana hará más difícil acceder a financiamiento barato en la región, la reducción del crecimiento proyectado para China que es uno de los principales socios comerciales de América latina y en el caso nuestro no haberse sacudido de la dependencia de nuestros recursos primarios para crecer, influyen muy fuertemente.
Sostengo sin embargo que la inercia del crecimiento de los últimos años, la velocidad de crecimiento alcanzada y el hábito hasta hace pocos años inexistente, de crecimiento continuo son una oportunidad a ser aprovechada tanto para echar mano de la destreza de quienes hoy conducen el país como para dedicar ese resquicio de espacio prestado para hacer más eficiente , más eficaz y consecuentemente más efectivo el manejo público – que tiene asido el freno de mano apropósito, por quienes temerosos han estado de espectadores de cómo el Perú recorría las autopistas de la economía global – ello porque aún nos gestionamos intuitivamente, a expensas de los expertos es cierto pero que resulta ya insuficiente, menos intuitivamente que antes es cierto pero aún intuitivamente en muchos aspectos y tiene onmubilados a quienes sentados frente al timón aceptan elfreno de mano por si acaso, ciegos a las posibilidades de aceleramiento cuando en lugar de premiar al más eficiente se lo castiga y premia a quien tiene asido el freno de mano ¡¡¡Más ceguera imposible!!! no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Para ello es tiempo de diferenciar la gestión de recursos implicados en todo plan, programa o proyecto de la gestión del producto concebido en busca del modelo de elevado estándar y por último diferenciar la gestión del conocimiento empleado para desencadenar sinergias virtuosas de acumulación que vendan al mundo innovación y cambio y transformación del conocimiento en gestión. Nos obligará a ser ordenados, a ser voluntarios actores de la transformación y predispuestos a la innovación potencial desde la transparencia. Solo por si acaso, hablar de transformación no hace alusión al proyecto de la Gran Transformación acuñado en la campaña, porque es eso un cuño limitado.
Hoy el desorden ayuda a despilfarrar no menos del 10% de la inversión pública, sinergias no virtuosas y carentes de compromiso con el empeño concertado del país deja echar por la borda no menos de otro 10% del presupuesto nacional y finalmente la nebulosa que disimula la poca transparencia en la gestión pública principalmente, porque es la que es de todos, despilfarra 10% más.
Quieren números ahí tenemos tres que son de directa responsabilidad nuestra para contrarrestar la fuerza de inercias externas que son mayores por ahora. Queremos dejar de ser patio trasero de otras economías? no dispararse a los pies, es un sabio consejo Si yo digo que es centralista y todos los demás que es descentralista el presupuesto, si yo digo que la ley, por ejemplo de aporte de los independientes a las AFP u ONP es beneficiosa y todos los demás que no lo es, si yo digo x y la gran maypría y ¿quién tiene la razón? ¿yo, porque se más que el resto? el tiempo de las vanguardias ya es historia y puede devenir en histeria colectiva si sigue donde está enquistada. Una vez más la inclusión es en la toma de decisiones no existe otra.
¡¡Sin soberbia!!
La historia ancestral dice a gritos que estamos en condiciones y para ello primero, es una obligación escuchar, segundo, es un deber escuchar, desde un frente y desde el contrario escuchar, escuchar para abrir las entendederas y luego construir consensos, concertar y aprender a convivir inclusive con quienes es imposible hacerlo.