Escrito por Luis Alfredo Villalba Ruiz
06 diciembre 2013 – visitas 1938
Cuanta diferencia del 18 de julio de 1918 cuando nace, sus pies lo familiarizaron con caminos diferentes unos que se pretendían llanos y suaves para quienes se convencían así mismos que eran dueños del mundo y otro apisonado por el peso de una brumadora mayoría, a quienes se les hizo consentir que diez de unos equivalían a uno de los otros; debe haber crecido con una confusión matemática que trascendía a lo filosófico de la vida del hombre;
comprensible solamente cuando se articula sangre, sudor y lágrimas con las matemáticas y la racionalidad del conocimiento del conocimiento humano y caemos en cuenta que la ciencia pura es de relativa utilidad para la convivencia, cuando los poderes adquiridos a unos les dan más prerrogativa que a otros; Eureka diría, la matemática me interesa, pero mi sentido común me va diciendo que con dos pies, dos manos, un cerebro, una boca, pelo, etc. ¡¡Somos iguales!! Y en consecuencia diez de los unos equivalen a diez y noventa de los otros equivalen a noventa; entonces noventa lágrimas son más que diez guirnaldas.
Al año 1962 cuando es arrestado, arrestado por clamar la igualdad de las personas dueñas y amas del mismo territorio, un aventurero del quehacer político dueño de sus sueños y visiones capaz de tocar la fibra más sensible de sus pares, todo aquel que se identificaba e identificó con romper las ataduras de un orden injusto; clamando porque quien esgrimía poder sea capaz de ver más allá de sus bolsillos y la pigmentación de la piel; rebelde con causa, que empató con el sentimiento mayoritario materializado en la cantidad de manos, piernas, pies y cabezas que ocupan un territorio ¡¡Como puede ser posible, exclamaría de seguro en su interior, que en un país de 100 gobiernen los 10 en lugar de los 90 que son mayoría!! No es una extraña comunión es simple sentido común y un poderoso latido al unísono.
Al año 1990 cuando es liberado y sale de prisión, se encuentra con un pueblo ávido de un líder multidimensional y arrollador con la capacidad de llevar a su pueblo al primer mundo, un primer mundo de dignidad y justicia capaz de ser transparente a la vez que robusto institucionalmente; el pueblo se encuentra sin embargo con uno para el mundo capaz de mirar a través de las cuerdas más sensibles del hombre y capaz de dejar de lado el clamor terreno de la satisfacción personal. Nelson Mandela humilde para aceptar que el liderazgo no pasa por su persona sino la comunidad que lo engrandece, visionario supo que dos iguales son siempre diferentes y que no solamente la convención social garantiza la convivencia armónica sino el pacto y aceptación que siendo diferentes solamente la visión común será capaz de abrir caminos para un andar juntos.
Al año 1993 cuando recibe el premio nobel de la paz y reconviene derechos humanos por encima de la justicia no como categorías sino la opción política de frenar el poder subyacente que per se presume de un poder para hacer y deshacer, inequitativa la lidia entre oportunidades desiguales, no es en vano entonces el fiel de la balanza, es el justo punto de apoyo para equiparar los pesos.
A año 1994 – 1999 cuando es elegido presidente de Sudáfrica de cara con el poder, nuevos hábitos de convivencia, la puesta en práctica del discurso, reflexionado tantas veces, tuvo de contrapeso el reconocimiento mundial para lograr la aceptación de los unos y de los otros y esgrimir como argumento de convivencia nuevos hábitos que ha hoy aún tienen seria resistencia; porque el interior clama más allá de las convenciones.
Regodeado siempre de toda manifestación global de Compasión, Templanza y Generosidad que explayó cuando salió de prisión se regocijó siempre de la capacidad para reunir lo viejo y lo nuevo, lo blanco y lo negro, etc. En busca de forjar una identidad común a partir de la diversidad que ofrece la civilización en cada uno de sus rincones; tan disímiles como importantes y fundamentales componentes del todo.
Imaginó unas Naciones Unidas democráticas y tan fuertes que puedan satisfacer las esperanzas de la humanidad. Declaró que el nuevo orden internacional no debía convertirse en una capa para tapar, disimular diría yo, el egoísmo desnudo de estados poderosos sino que debe fundamentarse en la solidaridad y el derecho internacional……..Es una agenda abierta…….y un atarea pendiente que da vigencia y mantiene presente la luz de un líder para el mundo Nelson Mandela vive en sus palabras:
Sobre la libertad: “He andado ese largo camino hacia la libertad. He intentado no flaquear; he dado pasos en falso a lo largo del camino. Pero he descubierto el secreto de que después de escalar una gran colina, uno sólo descubre que quedan muchas más por escalar. Me tomé un momento para descansar, para robar una mirada de la maravillosa vista que me rodea, para mirar atrás a la distancia que he recorrido. Pero sólo puedo descansar un momento, pues con la libertad vienen las responsabilidades, y no me atrevo a detenerme, pues mi largo camino no ha terminado aún”..