18 Julio 2014 – Visitas 2345
Escrito por Luis Alfredo Villalba Ruiz
Cuando los representantes de la Sociedad Civil llegaron a la reunión del Consejo de Coordinación Local Provincial, el Salón Consistorial era un desierto.
Luego de la primera impresión, de soledad, se acercaron, uno a uno, en fila, en la mesa, registraron la asistencia, unos con más familiaridad que otros, saludan a los funcionarios encargados de la organización, ellos, se sintieron en la obligación de justificar la todavía ausencia del Presidente del CCLP y los regidores o concejales, argumentaron aún no termina la reunión con los transportistas.
Ingresaron no más de cuatro señores Alcaldes Distritales, entre los presentes, se comentó sobre si esta vez se dignaría nuestro presidente hacerse presente, como manda la ley. Bueno, se susurra, esa es la razón de la convocatoria para hoy, como toca sesión de Concejo, todos los regidores también están presentes, así que va haber quórum a pesar que solamente están presentes cuatro alcaldes distritales. Luego de hora y media de vejatoria espera, efectivamente ingresaron uno a uno el total de regidores, y como nunca, nuestro presidente el señor Alcalde. Con todos en sus lugares, toma la palabra el funcionario encargado e indica, verificado el quórum se da inicio a la reunión, mientras, distraído acerca de la indicación del inicio de la reunión del CCLP, toma la palabra el señor Presidente y dice: bueno señores vamos a dar inicio a la sesión de Concejo, la orden del día específica es el tema de transportes en la ciudad. Disculpe señor Presidente, con la mano levantada y pidiendo cuestión de orden, la sociedad civil le recuerda a la presidencia que esta es la reunión convocada para el CCLP y entiendo que la sesión de Concejo es inmediatamente después – haber dice el señor Presidente – son diez y media, entiendo que la reunión de CCLP estaba convocada para la nueve de la mañana ¿verdad señor funcionario?, es así señor Alcalde, bien entonces ya debió haber culminado, estamos ahora en sesión de Concejo. Los argumentos y disposición de los integrantes del Concejo municipal estuvo con la presidencia, pues por ella les pagan dieta mientras que por la reunión de CCLP no. No se discutió más, ni se le movió un pelo de desazón al señor Alcalde, se dio inicio a la sesión de Concejo, la del Consejo de Coordinación Local Provincial, no era importante, así la ley mande al menos dos sesiones ordinarias al año, si no se cumple no pasa nada. La Sociedad Civil, participó de la sesión, sin dejarse vencer por el mínimo de respeto solicitado y no concedido por la mayoría, participa condescendiente con la incomodidad evidente de los funcionarios; sin embargo la sesión debió suspenderse luego de no más de quince minutos, por la ensordecedora presencia, en las afueras, de los señores transportistas, inconformes, con el diálogo de sordos, según dijeron, sostenida instantes previos.
El país, a inicios del siglo XXI, se deja ver de pie, alardeando del certero camino por la estabilidad económica, se pasea aclamado con euforia, son más las tribunas del mundo, dispuestas a ver su paso. En su interior visto a la distancia o de cerca deja ver palidez institucional, harapientas están la habilidad, destreza y solvencia de llenarse de aptitud de ejecución y hacer. Es la exacta disculpa, esperada ansiosa, en la capital, por doña Estabilidad, le queda como anillo al dedo, sabe muy bien, que es más fácil convencer a todos, cuanto más dinero hay, perpetra una disimulada maniobra y deja vencer al tiempo, se impone su manera práctica de tomar decisiones, la reflexión queda refundida en lo más recóndito del archivo, argumenta ahorro, cuando las compras son en la capital para todos, es más fácil y un negocio de su interés, no importa si con ello da la espalda al beneficio de impulsar habilidades, destrezas y solvencia locales.
Más puede su argumento, es certero, en el corto plazo cuesta menos permanecer en las capitales, siguen arraigados hábitos y costumbres de conveniencia de círculos no virtuosos. La participación ciudadana es dispar, busca con lupa jurisprudencia, no es fácil encontrarla, en tanto, camina y lleva de la mano el inadecuado uso de los recursos, la cuestionable calidad técnica de proyectos y propuestas y a la incompetencia para producir los efectos esperados. La intuición, voluntad, persistencia, agitación compulsiva, han servido para inducir mejor forma de administrar los recursos públicos, obligó a leyes de participación ciudadana, transparencia y acceso a la información pública. Doña Estabilidad, ni corta ni perezosa, se encarama en el carro, cambia la intención, ahora es establecer un estándar de proyectos de inversión realizados en los diferentes niveles de gobierno.
Diversidad de experiencias, unas más exitosas que otras, unas dignas de imitar, otras para echarse llorar, la voluntad política se ha desinflado por la prevalencia del interés particular o de grupo, la manipulación de la información se hace campo a cambio de beneficios subalternos, inclusive de tiros al aire, del cual los promotores son incapaces de dar cuenta, se limitan a hacer borrón y cuenta nueva, con el apaño descomedido de despistados, desinformados y el deslizarse rapaz, duchos en copar voluntades proclives desorientadas, no importa si para ello deben cargar el anda del peso de la conciencia. Es el contexto, espanta bríos, reta al empeño indómito, afirma las voluntades responsables ¡Sobre todo! cuando la algarabía de doña Estabilidad, oculta en un mismo costal, la habilidad para diferenciar la participación en el planeamiento, de la cooperación con la ejecución, o la invisible responsabilidad de garantizar el logro de los efectos esperados.
El ciudadano organizado, un contrapeso ante el riesgo de la metástasis de lo oscuro, las prerrogativas se divierten jugando a las escondidas, hurgando en la mente sin prejuicios. Son espacio de la sociedad civil, el Consejo de Coordinación, convocado para el planeamiento, el Comité de Vigilancia, comprometido en la ejecución; mientras los primeros procuran el alineamiento con los Planes de Desarrollo Concertado, los segundos lo es con los proyectos en ejecución. Son espacios la reunión el Consejo de Coordinación, el Plan de Desarrollo Concertado, el Presupuesto Participativo, el Monitoreo Participativo, etc.
La experiencia de participación, nos alerta del desconocimiento al interior de los gobiernos y en la sociedad de la existencia de los Consejos de Coordinación, más del 70% desconoce que quien los preside es el Alcalde o Alcaldesa, el Presidente o Presidenta regional, será porque la mayoría como el caso de la municipalidad provincial nunca asistió, desde inicio de la gestión, los alcaldes distritales, también miembros natos, en el mejor momento no llegaron al 30%, con tanto empeño, el alicaído ímpetu de una gran mayoría de representantes de la sociedad civil, ha sido arrastrado por débil viento, tan es así que ahora para elegir los representantes de la sociedad civil, se han obligado los responsables a hacer lobby para que miembros de vigilancia renuncien y participen, lo han hecho, como flaco favor a la participación ciudadana, ¿el presidente del CCLP? De seguro ni enterado está, lo importante es contar con las actas suscritas y cumplir con la normativa. El señor Presidente confidencia con los funcionarios ¿esa sigla no es la comunista CCCP de los setentas? Previa indagación, en reunión especial afirman, no tiene nada que ver señor Alcalde, la CCCP es la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en ruso, mientras CCLP es el Consejo de Coordinación Local Provincial, ¡Uff! que bueno, no vaya a ser que algún confundido nos confunda, por eso lo pregunto, aclara el señor Presidente del CCLP.
Los ímpetus no abandonan a la sociedad civil, no menos del 70% está presente, en disposición de poner un granito de arena, la normativa se encarga de impedirlo, no es vinculante, no ejerce actos de gobierno, fue engendrada en los 90, cuidando sirva para dar contento a las voces levantadas, en ningún caso, con la intención verdadera de hacer partícipe a la sociedad civil, de la toma de decisiones, no hacerlo era dejar abierta de par en par la puerta, para ser socavado.
Un contrapeso, que sirve de balanza, para impedir los intentos de perpetuación, tanto como de los que hacen usufructo indebido del poder otorgado, en mérito de la legislación que apunta a fortalecer la democracia, más allá de las voluntades y apuestas personales y las desviaciones y manifestaciones de poder absoluto facultada por la normativa, tanto como de las uñas crecidas a la sombra de minúsculas cuotas de poder, aprovechadas por los aprovechados, creídos que no los ven ¿responsables de lo que acontece? – – MI ANDAR TIENE LA CULPA.
La cercanía y continuidad en el CCLP de la Sociedad Civil, la preocupación municipal por refrendar las actas, el interés por validar al proceso de toma de decisiones, la prerrogativa del pleno del Concejo Municipal y de la Alcaldía en particular – son algunas condiciones que luego de tres años de participación, develan la información que debió ser entregada al inicio de los tres años – muchos participantes concluyen un año, dos años, tres años o muchos más al igual que cuando iniciaron, no terminan de entender lo que quiso promover la ley de participación ciudadana y de seguro menos la de transparencia – es ininteligible, para el común de los convocados, interesados y preocupados por cómo se conduce el estado, sin sintonía con todos y cada uno de sus representados, excomunión para quienes no entienden y santificación para quienes por entender el lenguaje, despiertan todos los sentidos para aprovechar la oportunidad de apurar la toma de decisiones, entiendan a no, basta el acta firmada ¿responsables de lo que acontece? – MI ANDAR TIENE LA CULPA.