Escrito por Luis ALfredo Villalba Ruiz
21 marzo 2018 – visistas 2020
El mundo de la política nacional se ha encargado de distraer nuestra atención ventilando públicamente los malos hábitos de proceder y discursear. Así enredados como están nos han confundido pretenden que tomemos postura por sus intereses y olvidemos los nuestros es decir el 95%.
Lo complicado de los debates y porfías no son de una clase política preocupada y preparada para hacer escuela y educar a sus propios seguidores, a la sociedad civil y a la población en general. En lugar de ilustrarnos se encargan de espantarnos del espacio político para ellos permanecer entornillados.
Prefieren mantener a la población y partidarios habituados a que les deleguen el usufructo del poder político adquirido y dejarlos en espera de algún beneficio que les chorree. Pare ellos lo importante es cuidar, según la coyuntura favorable o
¿Sus votantes y representados? No es preocupación ahora, todavía hay un tiempo para preocuparse por sus votos.
Los videos de décadas atrás y los de hoy, el comportamiento rapaz con los recursos públicos, la desesperación por tapar la corrupción que los ha embarrado de canto, la toma de decisiones en base al poder de influir que tienen, ponen en evidencia una vez más que toda nuestra élite política es de la misma calaña.
Lo cierto es que tal proceder tiene en el patíbulo a la política, pendiente que la navaja la cercene definitivamente. Acanallada como está la política por obra y gracia de los políticos de hoy, esmerados y aplicados, en poner en práctica todo un compendio de la anti política practicada durante la república.
Agónica y en peligro de extinción tiene la esperanza que la naturaleza política del hombre la haga prevalecer sacudiendo la alfombra invadida por el polvo levantado y sacando de bajo la alfombra los guardados. Auguremos que el peligro de extinción se lleve consigo a los invasores de la política.