02 Mayo 2013 – Visitas 2240
Escrito por: Luis Alfredo Villalba Ruiz
No se conoce ningún plan que sea acorde con la realidad en Latinoamérica, siempre nos gana la realidad “terrible afirmación” para un ciudadano de a pie que creyó que para eso tenemos en la ciudad de Arequipa no una sino más de cinco universidades. Pareciera más bien una afirmación de impotencia por no poder hacer nada a pesar de tener en sus manos la responsabilidad profesional y especializada ante la ciudad.
Lo que sucede más bien, puedo equivocarme por su puesto, es que a la fecha nos hemos contentado con realizar y elaborar los planes, y descuidado por completo un principio básico de cualquier plan la obligada implementación de los procesos de Medición, Análisis y Mejora de los planes instrumentados con un adecuado sistema de Monitoreo, Seguimiento y Evaluación, para con ello tener mejores posibilidades de garantizar el uso adecuado de los recursos implicados en la puesta en práctica del plan, el seguimiento al modelo de plan concebido para ir haciéndole los ajustes anuales pertinentes y evaluar el conocimiento acumulado tanto como la diferencia anual acumulada entre el plan concebido y la realidad verificada. Por el contrario de manera conceptual equivocada se ha entendido que basta contar con un reglamento para la implementación.
En sencillas palabras ello es velar por la institucionalización del plan elaborado y son pocos los interesados que ello suceda por desconocimiento, confusión de los conceptos de Monitoreo, Seguimiento y Evaluación y de seguro también porque algunos interesados prefieren cunda el río revuelto para facilitar la ganancia de oportunistas y pescadores furtivos de negocios en la penumbra.
Pruebas al canto los planes de 1940, 1956, 1964, 1974 y de 1980 no incorporan los procesos de medición, análisis y mejora de allí que ante la constatación del desborde por la realidad, la gestión de la ciudad se obligó a sus sendas elaboraciones. El Plan 2002 – 2015 sugiere la creación de una oficina especializada como la instancia de monitoreo y evaluación, nunca activada. El PDAM sugiere mecanismos de seguimiento y evaluación a cargo de la gerencia de desarrollo urbano de la municipalidad.
No ha existido en consecuencia claridad conceptual sobre la necesidad de implementar los procesos de medición, análisis y mejora y su instrumentación con un adecuado sistema de monitoreo, seguimiento y evaluación. Para garantizar que el instrumento de gestión urbana de la ciudad efectivamente no sea rebasada por la velocidad de las ciudades latinoamericanas y en particular por los procesos urbanos de la ciudad de Arequipa.
Sería pertinente que la consultora a cargo se instrumente sobre el tema y garantice con ello la viabilidad del plan. Más aún cuando sostiene y deja entrever que el Plan 2002 – 2015, con algunos ajustes estaría en condiciones de cumplir su rol.