Sociedad y Conocimiento - ¿Marxismo? ¿Mariateguismo?

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Escrito por Luis Alfredo Villalba Ruiz

03 abril 2013 – visitas 2211

El 14 de marzo del año 2013 se cumplieron 130 años desde que Carlos Marx dejó de estar entre nosotros a los 65 años (5/5/1818-14/3/1883), con él, la agudeza de su pensamiento y reflexión que ha sido capaz de movilizar voluntades y comprometer liderazgos, liderazgos a la vez que bien intencionados, apartados de la capacidad de reflexión de Marx.
El 16 de abril del año 2013 se cumple 83 años desde que José Carlos Mariátegui dejó de estar acompañándonos, a los 36 años (16/7/1894-16/4/1930), con él y para orgullo del Perú, la madurez del marxismo como método de interpretación de la realidad peruana y de trasparentar la desigualdad en las relaciones sociales y políticas.

Certeras formas de pensar, han servido para levantar voluntades marginadas y excluidas, interesadas en ser protagonistas en un mundo que ya no acepta, que permanezca en muy pocas manos la decisión de conducir los destinos de la humanidad y tampoco está en condiciones de seguir soslayando el interés desmedido de quienes han acumulado desproporcional poder y no están dispuestos a perderlo.
Sin ánimo alguno de irreverente análisis tengo la absoluta certeza que la mayor motivación de las reflexiones de Marx ha sido siempre llamar la atención sobre como es que la concentración de la riqueza y la propiedad de los medios para generarla guardan directa relación y proporcionalidad con la capacidad de influir en las decisiones de la sociedad y hacen que el poder económico se imponga por encima de todas las demás dimensiones de la sociedad.
Aporte único, para desde la vereda de enfrente, auxiliar al común de las personas, para echar una mirada a las relaciones de la sociedad y los estados injustos del ordenamiento prevalente.
Una segunda  gran parte se centra en la propuesta de una sociedad ideal para la cual propone desarrollar el socialismo y comunismo desde la comprensión dialéctica de la lucha de clases; es decir, señala que las características sociales dan lugar a antagonismos como consecuencia de la defensa de los intereses que a cada grupo social le da ventaja sobre el otro; siendo su perdurabilidad o desaparición la que caracteriza la sociedad ideal y la diferencia de la injusta.
Marx, sin embargo paso por alto la complejidad de la naturaleza humana, que es capaz de adquirir pequeñas cuotas de poder para asumir una postura de espaldas a su clase.
Es el caso que a hoy es indiscutible que aduciendo la defensa de los desposeídos y excluidos son innumerables los ejemplos de desarrollo de gobiernos que se autodenominan socialistas y comunistas que se sustentan en el control social y la proscripción de la naturaleza humana de aspirar a mas de lo permitido por el poder vigente; y haciendo uso de la justicia pregonada no miden lo injusto del uso del poder para tomar ventaja social, económica y política respecto de “sus representados”.
Haciendo eco de comportamiento gemelo de los modelos conservadores que prefiriendo el estatus quo y profundización de las libertades de una sociedad de mercado ideal abusan de las injusticias engendradas y aprovechan la menor oportunidad para sacar ventaja.
Sostengo que ambos modelos asumen posturas irreverentes frente a la naturaleza humana, naturaleza que de cada paso aprende y tiene el poder de recrear la sociedad.
Ambos son sistemas orientados a propiciar pactos sociales y el marco para la convivencia social, ambos están sumidos en severas crisis y uno a otro ventila los trapitos sucios al sol tratando de manipular en propio beneficio la voluntad social. En ambos casos son también categóricos los reclamos por mayor equidad, mayor inclusión e integración que nos muestran una sociedad por poco dividida en dos. Ninguno obviamente puede acusar al otro de estar loco por su postura sin embargo por lo masivo de sus expresiones se impone repensar de cómo seguimos conduciéndonos.
Se están engendrando extremistas y lo peor con condiciones para que se desarrollen a vista y paciencia de las mayorías que no  tienen mas vocación que la de lograr el propio bienestar y ser solidario sin necesidad de inmiscuirse en los problemas grandes de la sociedad.
Tengo la impresión como consecuencia de no llegar al fondo del asunto como lo hicieron los modelos originariamente. Todo sistema es la instrumentación de un proceso definido como el más adecuado para lograr un resultado, un objetivo o una meta.
Uno de los procesos clave para el desarrollo de la sociedad es el PROCESO DE TOMA DE DECISIONES que involucra a quienes las toman, como las toman y para qué son tomadas.
Urgen actores políticos que no renieguen del quehacer político, basta de planificadores que reniegan de la planificación, baste de autoridades que abdican de su responsabilidad, basta de mezclar papas y camotes.
La capacidad política, que demanda la conducción del país desde el nivel local hasta el nivel nacional, le corresponde a la sociedad política nacional y aún estamos en pañales.
La capacidad de gestión, que demanda la administración de los recursos del país en todos sus niveles, reclama capacidades técnicas y gerenciales.
La capacidad operativa, que demanda la conducción de las dependencias públicas y privadas le corresponde a las capacidades técnicas de ejecución de obras.

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