Escrito por Luis ALfredo Villalba Ruiz
16 agosto 2017 – visitas 2225
La veracidad, de nuestro ilustre José María Arguedas, con que describe los acontecimientos dibujando y graficando en palabras cada uno y la multitud de personajes, es capaz de trasladar al lector al tiempo de los sucesos y hacernos comprender como era la interacción de los diferentes componentes sociales en la sociedad y el mundo andino.
No solamente cobran vida las personas, también el toro del relato. Es muy capaz de describir al personaje arribista tanto como a cada habitante del pueblo o del campo andino y la oligarquía de entonces. Donde el estado representado por las autoridades, a disposición del orden social impuesto, estaban convencidas que el hombre nativo, al indio, tenía el deber de “civilizarlo”, entiéndase amoldarlo al nuevo tiempo sin importar lo ajeno a la particularidad de las tierras conquistadas. En el libro es representado el propósito cuando por decisión del gobierno queda abolida la tradicional puesta en escena del cóndor atado al lomo del toro, encuentro de dos mundos, por otra propia de una corrida de toros española.
Ya entonces hablaba José María Arguedas del hombre entendido como sistema, como conformante de la sociedad de que es parte, jamás como ajeno a ella. Sin negar al ente infundido de vida.