Escrito por Luis Alfredo Villalba Ruiz
09 mayo 2013 – visitas 2423
Se remonta al recuerdo más antiguo de la civilización, no de Europa como lo insinuó una entrevista de televisión española hace pocos días, porque la civilización mundial es hoy lo que hemos querido que sea africanos, asiáticos, oceánicos, europeos y americanos y a estas alturas la civilización es global.
Momento clave cercano a nuestros tiempos; afirma esta evocación al reconocer el especial sufrimiento de las madres cuando debieron habituarse a perder a sus hijos en las guerras del siglo XIX y que tocaron las sensibles fibras de Julia Ward Howe, que escribió en 1870 la proclama por día de las madres.
Proclama por día de las madres
De Julia Ward Howe
¡Levántense, mujeres de hoy! ¡Levántense todas las que tienen corazones, sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas! Digan con firmeza: ‘No permitiremos que los asuntos sean decididos por agencias irrelevantes. Nuestros maridos no regresarán a nosotras en busca de caricias y aplausos, apestando a matanzas.
No se llevarán a nuestros hijos para que desaprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia’. Nosotras, mujeres de un país, tendremos demasiada compasión hacia aquellas de otro país, como para permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos. Desde el seno de una tierra devastada, una voz se alza con la nuestra y dice ‘¡Desarma! ¡Desarma!’ La espada del asesinato no es la balanza de la justicia. La sangre no limpia el deshonor, ni la violencia es señal de posesión.
En nombre de la maternidad y la humanidad, les pido solemnemente que sea designado un congreso general de mujeres, sin importar nacionalidad, y que se lleve a cabo en algún lugar que resulte conveniente, a la brevedad posible, para promover la alianza de diferentes nacionalidades, el arreglo amistoso de cuestiones internacionales.
Corazón de madre que tendrá siempre el regazo dispuesto a cobijar al niño.
Corazón de madre que tendrá siempre el regazo dispuesto a cobijar al niño joven.
Corazón de madre que tendrá siempre el regazo dispuesto a cobijar al niño joven adulto.
Corazón de madre que tendrá siempre el regazo dispuesto a cobijar al hijo por siempre.
Su primer aliento de madre será también el último aliento de vida.
Niño, descubre y cuida el corazón de la madre que te alimentó con su pecho.
Niño joven, se amable con el corazón de la madre que no te dará la espalda.
Niño joven adulto, engríe el corazón de la madre que no te quiere ver crecer.
Hijo, con idas y venidas no olvides el corazón de la madre que te tuvo en su vientre.
FELIZ DIA DE LA MADRE.